jueves, 23 de junio de 2011

Los tazos...

Nunca un pedazo de plástico circular tuvo tanto éxito. Si existiera en el mundo una clasificación global de modas estúpidas y duraderas (que seguro que existe, pero yo no la conozco) los Tazos ocuparían un lugar de honor en los primeros puestos de la lista, junto al Regaetton.  Todo comenzó hace muchos años cuando las grandes empresas quisieron incrementar sus ventas en sus productos chatarra, aquellos que nos devorábamos al salir de la escuela, o un dominguito por la tarde cuando te daban tu "domingo" y contabas con 3 o 5 pesos para poderte comprar lo que quisieras, total que a estas compañías se les prendió el foco y entonces comenzaron a sacar a la venta su valiosa mercancía a un bajo costo (según ellos) y como regalo podías obtener un tazo que no era otra cosa que un circulito de plástico con la imagen de los personajes de moda (los looney toons en aquella época), la gracia era reunir la mayor cantidad posible y, básicamente, acumularlos como si de un tesoro de plástico se tratara.  Sin embargo, existía también la posibilidad de utilizarlos para apostar con tus amigos, dando nuestros primeros pasos hacia la ludopatía. La mecánica era sencilla: se colocaban los tazos de los distintos participantes en una torre y, por turnos, los apostantes lanzaban un tazo contra la torre, intentando derribar la mayor cantidad posible. Los que caían boca arriba, te los quedabas, y el resto los devolvías al montón  

Poco después comenzaron a surgir variantes, como los MasterTazos, unos tazos más grandes que hacían estragos cuando los lanzábamos, haciendo saltar fácilmente por los aires toda la torre. Estos eran, evidentemente, los más codiciados.
Me gustaría dedicar una mención especial a los tazos voladores, que eran como estrellas ninja pero en versión chick y de plástico. Básicamente, contaban con una serie de incisiones en la circunferencia y una especialmente preparada para colocar en ella otro tazo y propulsarlo. Es difícil de explicar pero, por así decirlo, utilizábamos un tazo para lanzar al otro.
En fin, un invento tremendamente simple que todavía perdura. Cada vez que veo a un niño con su bote de tazos, me sorprendo de que sigan fabricándose.

3 comentarios:

pekeña dijo...

ahhh los tazos, y lo mejor era cuando te salia uno de metal, con eso ya eras lo máximo jeje

saluditos!! :D

letyk dijo...

eran el terror en las primarias jajaja a todos los niños les podia faltar lapices o colores, pero tazos para jugar en recreo nunca



saludos

Ray dijo...

Ojalá que los míos hayan sido reciclados para hacer los vasos cawameros que uso hoy en día,tenía como diez millones jojojo!
Buen blog!